Los Timberwolves logran lo impensable: derrotan a Oklahoma City

Los Wolves se van al parón del All-Star con el orgullo de haber vencido al mejor equipo de la NBA.

Las últimas 48 horas antes del descanso del All-Star han reflejado a la perfección la irregularidad que ha caracterizado la temporada de los Minnesota Timberwolves hasta el momento.

El miércoles, los Wolves sufrieron una sorprendente derrota ante Milwaukee, a pesar de que los Bucks no contaban con sus dos estrellas principales, Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard. Todo apuntaba a que el partido del jueves sería aún más complicado.

Minnesota afrontaba el encuentro sin la mitad de su rotación habitual. Rudy Gobert (espasmos en la espalda) se unió a la lista de bajas, que ya incluía a Mike Conley (luxación en un dedo), Julius Randle (distensión en el aductor derecho) y Donte DiVincenzo (molestias en un dedo del pie). Además, el rival era Oklahoma City Thunder, el líder de la Conferencia Oeste, con todos sus jugadores disponibles.

Pero, contra todo pronóstico, los Wolves lograron su victoria más inesperada de la temporada al imponerse por 116-101 a Oklahoma City. Aún más sorprendente fue el hecho de que Minnesota (31-25) nunca llegó a estar por detrás en el marcador, a pesar de que Anthony Edwards tuvo una noche discreta en el tiro, con 23 puntos en 5 de 18 lanzamientos y 7 asistencias.

“Creo que todos los jugadores que entraron en cancha aportaron algo para ganar esta noche”, destacó el entrenador Chris Finch. “Hemos tenido actuaciones impresionantes”.

La figura del partido fue Naz Reid, que firmó la mejor actuación de su carrera con 27 puntos, 13 rebotes y un récord personal de 7 asistencias. Reid se mostró letal tanto desde el exterior como en la pintura, aprovechando los emparejamientos favorables y anotando tres triples clave para evitar que los Thunder tomaran el control del partido, algo que suelen hacer con rachas demoledoras. Esa racha nunca llegó.

Jaden McDaniels también tuvo un papel crucial con 21 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias, además de una defensa constante sobre Jalen Williams.

Desde el banquillo, los Wolves encontraron minutos de calidad en Rob Dillingham, que dejó atrás una serie de malos partidos con 6 puntos y 5 asistencias. Luka Garza también fue clave, asegurando rebotes importantes y contribuyendo con 8 puntos y 8 rebotes. Tanto Dillingham como Garza formaron parte de la rotación que en el último cuarto amplió la ventaja de 10 puntos hasta los 18.

“Simplemente seguimos el plan de partido, asegurándonos de no cometer errores en los detalles, mantenernos concentrados y defender bien”, explicó Dillingham.

Otra pieza clave fue Terrence Shannon Jr., que en sus 29 minutos en cancha, la mayor cantidad de su carrera, sumó 13 puntos y 6 rebotes. Su agresividad al atacar el aro marcó la tónica del encuentro, dejando claro desde el principio que los Wolves no iban a ceder terreno fácilmente.

“Siento que soy un jugador peligroso en transición y en penetraciones al aro, que es donde mejor me desenvuelvo”, aseguró Shannon. “Tengo grandes compañeros como Ant, Naz y Jaden, que pueden abrir el campo y darme espacio para jugar mi juego”.

Con esta victoria, los Timberwolves se toman un respiro antes del All-Star, dejando claro que pueden competir contra cualquiera, incluso contra el equipo que lidera la NBA.