El silencio que rodea a Michael Schumacher: polémica, hermetismo y críticas a la familia tras una década de incertidumbre

Han pasado más de diez años desde el accidente de esquí que marcó un antes y un después en la vida del legendario piloto Michael Schumacher. A pesar de su relevancia en la historia del automovilismo, el estado actual del siete veces campeón del mundo sigue envuelto en un velo de secretismo absoluto, alimentando las críticas y las teorías sobre su salud.
El nombre de Schumacher ha vuelto a ser mencionado en los entornos de la Fórmula 1 gracias a su hijo Mick, quien dio el salto a la categoría reina del automovilismo. Además, el documental sobre su vida producido por Netflix permitió a la familia pronunciarse por primera vez en público desde el accidente. Sin embargo, la situación médica del expiloto continúa siendo un misterio, intensificado recientemente por las declaraciones de su antiguo representante, Willi Weber.
Weber, quien estuvo vinculado durante años a la carrera de Schumacher, se muestra profundamente decepcionado con la gestión de la información por parte de la familia del piloto. El exagente asegura sentirse traicionado por lo que él denomina “mentiras” que rodean la figura de Michael desde el accidente en 2013. Según sus palabras, en un principio comprendió el deseo de proteger la privacidad, pero con el paso del tiempo considera que el silencio se ha convertido en desinformación.
En el documental mencionado, Corinna Schumacher, esposa del piloto, afirma: “Todo el mundo echa de menos a Michael, pero Michael está aquí. Distinto, pero él está aquí. Eso nos da fuerzas a todos”. Estas palabras, aunque reconfortantes, contrastan con las declaraciones del neurocirujano Nicola Acciari, quien en 2020 señaló que el estado de Schumacher es muy diferente al del hombre que todos recuerdan en las pistas. Según él, el alemán se encuentra gravemente deteriorado.
Jean Todt, expresidente de Ferrari y uno de los pocos con acceso al entorno de Schumacher, ha mantenido también una postura reservada, limitándose a decir que “sigue luchando”. Esto ha dejado espacio para todo tipo de conjeturas: desde la hipótesis de que se encuentra en estado vegetativo hasta teorías más extremas que sugieren que podría haber fallecido, aunque la familia prefiera no hacerlo público. Sin embargo, la única versión disponible sigue siendo la de sus allegados más cercanos.
Desde la tragedia del 29 de diciembre de 2013, no se ha difundido ni una sola imagen de Michael. El traslado desde el hospital a su domicilio en Suiza fue confirmado por la familia, al igual que la posterior venta de su mansión junto al lago Leman. En la actualidad, se cree que reside en Mallorca con su esposa, donde viven alejados del foco mediático. La entrega reciente de un premio en su honor fue la última ocasión en que Corinna y su hija Gina aparecieron públicamente.
El hermetismo ha sido absoluto desde aquel fatídico accidente en los Alpes franceses. Schumacher, que sobrevivió a numerosos incidentes en los circuitos, sufrió lesiones críticas mientras esquiaba, otra de sus grandes pasiones. Fue ingresado con un traumatismo craneoencefálico en una clínica de Grenoble, donde permaneció en coma inducido durante medio año. Posteriormente, fue trasladado a un centro de rehabilitación en Lausana y, finalmente, a su casa en Gland, Suiza, donde se habilitó un espacio médico completo para su cuidado.
El último movimiento conocido fue el traslado a Mallorca, desde donde no se ha filtrado ninguna información oficial sobre su evolución. Ni siquiera la entrada de Mick en la F1 ha sido acompañada de una imagen de Michael. La familia sigue aferrada a la privacidad más estricta, una postura que genera opiniones divididas entre quienes entienden su deseo de intimidad y quienes reclaman mayor claridad sobre el estado de una de las figuras más queridas del automovilismo.